Muere un ertzaina en la pelea entre hinchas rusos y bilbaínos
Cuatro heridos y cinco arrestados en medio de las peleas y carreras antes del Athletic-Spartak. Mucha presencia policial y enorme tensión entre los ciudadanos ante 800 radicales peligrosos rusos.
Ha fallecido un ertzaina de la brigada móvil en Bilbao en la pelea entre hinchas rusos y bilbaínos antes del Athletic-Spartak correspondiente a la vuelta de los dieciseisavos de final de la Europa League. El agente fue trasladado al hospital de Basurto con con un fuerte impacto en el rostro y con una parada cardiorrespiratoria, pero no se pudo hacer nada por salvar su vida.
Además, otras tres personas han resultado heridas y se han producido cinco arrestos por desórdenes, de los cuales tres son rusos. Los primeros disturbios han tenido lugar una hora y cuarto antes del pitido inicial, a las 19:50. Previamente se han reunido en las cercanías, junto a la sede de ETB, grupos de ultras rusos y de Herri Norte y la rápida intervención de la Ertzaintza ha evitado males mayores. Poco después, algunos radicales rusos procedentes de la zona de Deusto han irrumpido en bares de la zona, que al atisbar su presencia han echado la persiana. Todo se ha desencadenado al lanzar un objeto un aficionado del Spartak contra los seguidores locales. En la explanada de San Mamés han empezado a volar vasos y botellas, se han lanzado decenas de bengalas y se han dado las primeras carreras, con cargas policiales. Se han volcado contenedores en medio de una continua provocación entre los dos sectores. Se ha asistido a una verdadera batalla campal, cortada rápidamente por las fuerzas de seguridad.
El problema los están generando principalmente los aficionados sin entada que han llegado a Bilbao. La Ertzaintza ha procedido momentos antes de arrancar el compromiso a perseguir a los alborotadores por las calles próximas al estadio, al escapar a la carrera. Hay unos 400 que no tienen billetes para entrar en el feudo bilbaíno.
Hasta ese momento, Bilbao vivía en estado de permanente tensión. Dos horas antes del partido, un puñado de aficionados rusos, unos 150, se reunieron en la céntrica plaza Moyua como previsión de un jaleo que no se produjo. Los que no tienen entrada no se sumaron a la concentración pacífica. De hecho los hinchas hablaban con los transeúntes que atravesaban. Mucha más expectación mediática y policial que real. Hubo una nueva concentración antifascista y la Ertzaintza requisó barras de hierro y puños americanos a varios participantes, entre los que estaban la peña Herri Norte.