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RIVER PLATE

Solo se salvó Pratto

El delantero, recién llegado en el pasado mercado, fue el único que aportó claridad en el lento y previsible juego de River. Marcó y dio una asistencia de crack.

Solo se salvó Pratto

Lucas Pratto empieza a demostrar por qué ha sido el refuerzo más caro de la historia del club. En su segundo partido como titular, el primero en el Monumental, y a pesar del empate ante Godoy Cruz, el delantero fue el mejor de River Plate. Fue una amenaza continua, aportando movilidad y claridad en los últimos metros, el único que buscaba algo distinto en el juego monótono y lento del conjunto millonario. Gracias a él, River consiguió empatar.

Desde el primer minuto se mostró metido en el partido. De un intento de remate suyo nace la clara ocasión de De La Cruz que el uruguayo manda al palo, y minutos después realiza un gran movimiento a la espalda de la defensa y fuerza un claro penalti que el árbitro no señaló. "Si fue, el que me conoce sabe que no me tiro. Ya había ganado la posición y me iba mano a mano, cuando me acomodo no puedo seguir corriendo y me caigo", aseguró tras el partido.

Antes del descanso dejó una de las jugadas de la temporada: una asistencia de tacón a Rodrigo Mora propia de los mejores del mundo, con la que su compañero en ataque acortó distancias. En el comienzo de la segunda mitad empató el partido tras un movimiento de delantero punta puro, encontrando el espacio y apareciendo donde nadie lo esperaba.

Siempre como referencia en ataque, peleando con los centrales y jugando a pocos toques, lo que abría huecos a sus compañeros. Salió del terreno de juego en el  minuto 73' ovacionado por el Monumental.

Su rendimiento contrasta con el del resto de jugadores de ataque. Quintero y Zuculini no se han adaptado todavía, mientras que Mora y De la Cruz estuvieron muy desacertados. El equipo se mostró lento en la circulación de pelota y algunos futbolistas pecaron de individualismo. De dos errores en la salida de balón nacieron los tantos de Godoy Cruz. En los últimos minutos se vivió cierta desesperación que provocó errores inocentes, impropios de un equipo de tanta calidad.