Las razones del suicidio
En agosto el Real Madrid arrancó como un cohete ganando a Barcelona y Manchester las Supercopas. Desde entonces, la temporada se ha marchado por el sumidero.
Mal en casa. Esta temporada está siendo un suplicio para el Real Madrid los partidos en el Santiago Bernabéu. Se dejó puntos en Liga ante Valencia, Levante, Betis, Barcelona y Villarreal. En total, tres derrotas y dos empates en once partidos disputados en casa. En Copa el dato es mucho más dramático y casi sonrojante: no el equipo de Zidane no pudo con el Fuenlabrada (2-2), con el Numancia (2-2) ni con el Leganés (1-2). Sumando los tres partidos de Champions, el Real Madrid ha perdido en el Bernabéu cuatro partidos y ha empatado tres de 17 encuentros.
Jugadores señalados. La eliminación copera dejó claro que la grada del Bernabéu se ha cansado ya de las actuaciones de algunos jugadores. Achraf, Kovacic, Theo y Benzema, a pesar de su gol, fueron los señalados por la parroquia blanca. El cambio de Carvajal por Achraf (lateral por lateral) cuando había que buscar la remontada es una muestra de ello.
Mala planificación. Estando a 19 puntos del liderato en la Liga, Zidane continuó con su política de rotaciones a pesar de que la Copa podría ser un título con el que haber maquillado una pésima temporada. El técnico francés se dejó fuera de la lista a jugadores como Bale, de largo el que está en mejor momento, Cristiano, Kroos o Marcelo. Cuando el marcador se torció y se tuvo que tirar de los suplentes para buscar la épica, los jugadores más ofensivos eran Mayoral y Modric.
La Unidad B, definitivamente no marcha. La obcecación de Zidane con rotar entre los titulares y la llamada Unidad B ha terminado en fracaso. El año pasado esa política de cambiar el equipo casi por completo de un partido a otro funcionó y posibilitó el doblete Liga-Champions. Pero la marcha de jugadores como James, Morata, Pepe, Danilo, Mariano o Fabio Coentrao ha debilitado de manera innegable la calidad de la plantilla y el fondo de armario. Cristiano ya apuntó en esa dirección tras la derrota ante el Tottenham en Wembley.
Los fichajes de verano, mal. Los refuerzos de verano, Theo, Ceballos, Marcos Llorente, Vallejo, Achraf y Mayoral, no han dado la talla ni el rendimiento que se esperaba de ellos y el Bernabéu anhela aquella plantilla en la que los suplentes apretaban a los titulares y que incluso sacaban las castañas del fuego en momento complicados.
Cero refuerzos en invierno. Mientras la temporada se desangra, Zidane sigue en sus trece de morir con sus jugadores, con los que inició la temporada y a los que exculpó del fracaso ante el Leganés. Los rivales directos se refuerzan y Zidane, como ha señalado en varias ocasiones, descarta incorporaciones. Las llegadas de Coutinho al Barcelona, Diego costa y Vitolo al Atlético, los refuerzos del City (Laporte), las llegadas al PSG (Lass), parecen no preocupar a la dirección deportiva del Real Madrid. Mientras los principales rivales nacionales e internacionales ajustan sus plantillas para el segundo tramo de la temporada, Zidane sigue confiando en sus jugadores.
Incapaz de remontar. Varias ocasiones ha visto el Real Madrid como el rival se ponía por delante en el marcador y muy pocas ha conseguido voltearlo. Lo que hace no mucho tiempo era una de las señas de identidad del equipo ha desaparecido: remontadas épicas incluso en los segundos finales de los partidos. Y esa dinámica de lucha hasta el final parece haber acabado en esta temporada 2017-2018: 12 veces entre todas las competiciones antes de recibir al Leganés se ha visto por debajo en el marcador y sólo en dos ocasiones pudo darle la vuelta. Fue ante el Al Jazira en el Mundial de Clubes y ante el Deportivo en Liga. En el resto de ocasiones (Valencia, Levante, Betis, Tottenham dos veces, Girona, Fuenlabrada, Barcelona, Celta y Villarreal) fue incapaz. Como ante el Leganés, que se puso 0-1 y 1-2 en el Bernabéu y aguantó el marcador.
