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CHICAGO BULLS | MIROTIC

"Si aparece un equipo en el que puedo encajar, ¿por qué no irme?"

El verano, el incidente con Portis, su regreso a los Bulls, su excelente momento, su futuro, la Selección… Mirotic habla de todo ello con As.

Actualizado a
Nikola Mirotic, jugador de los Chicago Bulls, durante el partido contra los Milwaukee Bucks.
TANNEN MAURYEFE

Nikola Mirotic (Podgorica, 1991) atiende a As vía telefónica después de un entrenamiento con los Bulls. Va camino del aeropuerto. En la conversación, repasa todo lo sucedido en unos muy intensos últimos meses para él tras el incidente con su compañero Bobby Portis. Prefiere ir “partido a partido”, pero no cabe duda que tiene en mente el próximo 15 de enero. Fecha a partir de la cual podría abandonar la franquicia de Chicago tras pasar allí sus tres primeras temporadas y media en la NBA. Apetecía charlar, sin tapujos, con uno de los hombres del momento.

Superó con creces la petición de su hijo de anotar cinco triples ante Indiana. ¿Qué le dijo tras el partido?

Fue gracioso. Normalmente, antes de cada encuentro pasó un par de minutos jugando y hablando con él. El día de los Pacers me dijo: ‘Quiero que metas cinco triples’. ‘Papá lo va a intentar’, le contesté. Al final conseguí ocho. Ahora le he preguntado que cuántos quiere que anote. ¡Me ha pedido 50! (Ríe). Dice que lo conseguiré. Es muy pequeñito aún, solo tiene tres años. Empieza a entender cada vez más y está deseando empezar a jugar al baloncesto.

¡Vaya cambio ha dado! ¿Qué es lo que le ha pasado a Mirotic?

El trabajo que hice a lo largo del verano se ve ahora reflejado en el campo. Después de todo lo ocurrido volví con muchas ganas. Sabía que era un momento complicado tanto para mí como para el equipo. Estoy muy fresco y con una mentalidad ganadora. Mi cuerpo se siente muy bien. Estoy jugando un baloncesto que yo tenía. Simplemente he tratado de cambiar algunas cosas: seleccionar mejor los tiros, ir más al poste bajo tras casi no hacerlo la temporada anterior… Intento mejorar cada día.

Decía hace unos días que nota “mucha fuerza en las piernas”. ¿Podría explicar cómo ha sido este proceso?

Por el tema del contrato, desafortunadamente, no pude estar con la Selección. Tuve mucho tiempo libre. Dediqué todas las vacaciones para ganar fuerza en las piernas y hombros y aumentar peso. ¡Subí diez kilos! Ahora puedo defender mejor en el poste y rebotear más. Antes había trabajado el físico pero no de una manera tan seria. Este trabajo me está permitiendo ser mucho más constante y no depender únicamente de mi tiro. Juego al poste, cargo el rebote ofensivo… Tengo más posibilidades de dejar huella en los partidos.

También debo decir que estuve fuera los 23 primeros encuentros. Los veía desde casa. También repetidos. Me ayudaba a comprender cómo encajar en el equipo, qué se necesitaba en esos momentos en los que se jugaba mal. Este cúmulo de circunstancias me ha permitido estar a gusto en el equipo y que los Bulls ganen. Las cosas están yendo fenomenal.

¿Se imaginaba que los Bulls pasarían de lucir un 3-20 de récord a ser uno de los mejores equipos de la NBA desde su regreso?

Mentiría si le digo que sí. Sabía que iba a tener un impacto inminente, pero no que fuéramos a ganar siete partidos seguidos o empezar con un 10-2 de balance. Esto dice mucho de mi sello en el equipo. Tengo mucho más confianza. No quiero que esto pare. Aún hay mucho margen de mejora tanto para mí como para Chicago.

Le veo ambicioso. De cara a 2018, ¿qué metas se fija?

Lo primero es estar sano. Quiero ser constante, ir partido a partido. Mucha gente está hablando del 15 de enero y de un posible traspaso, pero yo tengo que preocuparme por el día a día. Después de los entrenamientos me quedo a tirar y hacer pesas. Me siento bien conmigo mismo. Lo único que quiero es seguir ganando.

¿Se ve acabando la temporada en Chicago?

Si me centro en el 15 de enero no estaría jugando así. Cuanto mejor juegue, tendré más opciones. Hay cosas que no están en mi poder, aunque este año yo puedo elegir si irme o no. Si aparece un equipo que me gusta, bien, sino no apruebo el traspaso y listo. Esto me transmite tranquilidad. A partir de mitad de mes veremos qué pasa y haré lo mejor para mi futuro. Lo mismo que los Bulls. Ellos siempre han dicho que buscarán lo mejor para la franquicia.

Por lo que interpreto, si un equipo aspirante o con opciones de entrar en playoffs se interesa por usted podría haber una próxima mudanza.

Estoy de acuerdo en lo que dice. Mi nombre está y va a seguir sonando de cara a un posible traspaso. Si veo que aparece un equipo en el que yo pueda encajar, tener un rol importante y los Bulls también lo quieren… ¿por qué no? Esto es la NBA y puede suceder o no. Cuanto más piense en ello, peor. Cuando llegue el momento, habrá que tomar alguna decisión.

¿Se ha sentido respaldado por Chicago?

Sí, me sentí bien. En un momento duro estuve mucho en contacto con ellos. Pero lo más importante fue el apoyo de mi familia y amigos más cercanos.

Da la sensación que entre Bobby Portis y usted hay química en la cancha.

No sé si diría que hay química. Cuando se gana y uno juega bien las emociones salen. Cuando uno le da al otro una asistencia lo normal es darle la mano. Yo siempre he sido y seguiré siendo un profesional y un buen compañero. Durante mi ausencia di muchas vueltas a qué es lo que iba a hacer. En el momento en el que se encontraba el equipo lo último que necesitaban era que yo fuera un mal compañero y alguien negativo. Bobby y yo no hablamos fuera de la cancha. Solo lo hacemos dentro de los partidos. Con eso es suficiente. Más allá de eso no tenemos nada de lo que hablar.

¿Cómo fue su regreso al vestuario en una situación tan complicada?

Los dos primeros días fueron un poco raros. Había muchos medios pendientes de cada paso que daba. Resultó algo incómodo. Rápidamente todo volvió a lo normalidad. Intentamos que fuera algo natural. El equipo había preparado el terreno. Cuando empecé a entrenar Bobby y yo siempre estábamos en el mismo equipo. Todos fueron muy positivos y me dieron la bienvenida. Mi regresó motivó al equipo.

Supongo que las ovaciones recibidas por parte del United Center le habrán ayudado.

Es increíble cómo funciona la gente. En mi primer partido ahí desde mi regreso recuerdo escuchar algunos pitos. Pero después de varios encuentros no se puede imaginar qué ovaciones he recibido. Hasta me han cantado lo de “MVP, MVP”. La gente está ahora volcadísima conmigo. Percibo que quieren que me quede.

¿Este cariño del público puede tener un efecto en su decisión?

No. Es lo que le digo, la grada un día está así y al otro demuestra lo contrario. Para mi confianza es importante sentir ese calor, pero no puedo dejar que eso influya en mi decisión.

Hablemos de su compañero, el rookie Lauri Markkanen. Tiene muy buena pinta.

Tiene muchísimo talento y se ha adaptado muy bien a la Liga. Estoy muy contento por él. Va a ser una pieza clave para el futuro de los Bulls.

Una vez concluya su cuarto curso en la NBA, ¿se ha planteado acudir con la Selección a las Ventanas de junio y julio?

Si el equipo me necesita yo siempre estaré dispuesto a ir. Si la FEB me necesita y no estoy jugando las Finales estaré disponible para lo que sea. Siempre fue un orgullo para mí. Lo importante es que el pase a la siguiente ronda está bien encaminado después de ganar los dos primeros encuentros. Me sentó mal no poder acudir este verano. Aunque no estuve ahí, apoyé al grupo como un aficionado más. El bronce del Eurobasket, con todas las bajas que había, fue un gran éxito para España.

Si se da la ocasión, sí que será un fijo para China 2019.

Estar en el Mundial es un sueño. Tengo ganas de estar. Me encantaría.

Hace tres años y medio que dejó el Real Madrid, ¿sigue viendo sus partidos?

Sí. He visto algunos de la Euroliga y los Clásicos. A pesar de las lesiones, el Madrid está jugando bien. Luka Doncic se está saliendo. Me alegro mucho por él.

Como él, usted también fue canterano y destacó joven en el primer equipo. ¿Le recuerda su situación a la suya?

Sí, sobre todo en esos inicios en los que se empieza a jugar bien y la afición está contenta. A mí las cosas me fueron bien, pero Luka está en otro nivel. Es impresionante verle con solo 18 años. No es normal. Flipé con el Eurobasket que hizo. Aquí mucha gente habla y me ha preguntado por él.

¿Qué le recomendaría a Doncic, ir ya a la NBA en 2018 o esperar y quedarse algún año más en el Madrid?

Le diría que se centre en lo que tiene que estar: ganar el máximo número de títulos posibles esta temporada con el Real Madrid. Tiene que acabar bien con el club. Luego, como mínimo, será top-5 o top-3 del draft. Al estar en una posición tal alta lo normal es venirte ya a la NBA. Ninguna decisión que tome será mala. Si al final espera a dar el salto, seguirá en el mejor equipo de Europa y ganando títulos. Con Llull lesionado, ahora es el jugador más importante. Pase lo que pase, será un verano interesante para él.