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F1 | GP DE BRASIL

Bottas da la sorpresa, Alonso saldrá sexto y Hamilton, último

Vettel fue segundo y Kimi, tercero por delante de Verstappen. Una sanción de Ricciardo mete a Fernando en 3ª línea y deja a Sainz 8º.

São Paulo
Bottas, en Sao Paulo.
Bottas, en Sao Paulo. Dan Istitene

Las nubes que alguien había dibujado en el cielo de Sao Paulo se pintaron de negro ya al final de la tarde hasta provocar el diluvio habían desaparecido. La cúpula se veía gris plomo y apenas se distinguía la silueta del helicóptero que sobrevolaba la ciudad regateando los atascos como un muchacho de las favelas que sueña con ser Neymar Jr.

Debía estar pensando en su amigo brasileño quizá Lewis Hamilton, en la fiesta que aún les espera de celebración por el cuarto título, cuando regresó al lugar donde viven los humanos, esos que cometemos errores, que tenemos miedos y penas, preocupaciones incluso, esa gente que peleamos cada día con la vida para sobrevivir y de vez en cuando ser felices en esos instantes. Hamilton parecía vivir en una estrella este año, hasta que en la sexta curva se le fue el coche de atrás, ese Mercedes maravilloso, dar gas antes de tiempo se llama, y se fue contra el muro. Saldrá último el campeón. Esas cosas que pasan en este extraño deporte, negocio, espectáculo que llamamos Fórmula 1. Ya con el número uno de Mercedes y de todos fuera de la lucha los ingenieros se pasaban el tiempo mirando el radar del tiempo, viendo como la mancha azul intenso se desplazaba hasta el circuito. ¿Llovería? No en la Q2, en la que brillaron los nuestros: Alonso, sexto y Sainz décimo.

Tampoco en el inicio del momento de la verdad de este sábado de plata en Sao Paulo. Allá salía en busca de la gloria Fernando Alonso. El asturiano le metió seis décimas a su compañero Stoffel Vandoorne para entrar en el club de los más rápidos y más cerca que nunca, en estos tres años para olvidar o recordar cuando vengan mejores. Pero la pelea por la pole estaba entre el Mercedes de Bottas y los dos Ferrari. Kimi Raikkonen estaba dispuesto a recordar que un día fue campeón aquí ante su compatriota y el alemán al que baila el agua roja. O eso parecía. Al primer intento Vettel, Bottas, Kimi… con Alonso octavo y Sainz noveno. Diferencias mínimas entre los aspirantes a entrar en la fiesta más exclusiva del paddock. Cuatro décimas del sexto al décimo. Importante estar lo mas arriba posible y el premio más gordo para el que esté justo tras los más ricos del planeta del automovilismo: Mercedes, Ferrari y Red Bull. Porque el que sea sexto saldrá quinto por la sanción de diez puestos a Ricciardo.

Llegaba el momento, pero antes permítanme valorar a Hartley. El tipo viene de unos años en el olvido, de ser campeón en Resistencia, de perder su melena rubia y seguir menguando en flaco Leiva amarillo hasta que le llega la oportunidad, llama a la puerta y se mete en Q2 mientras su compañero Gasly se queda en la Q1 con Toro Rosso, ese equipo del que salió corriendo en el incendio Carlos Sainz.

Regreso a la pole. Estábamos a dos minutos para el final, cuando salen todos los grandes. Ruido que crece, relámpagos, no llueve, 19 grados, pero parece que hace frío y el intento para Vettel. Se pone primero por delante de Kimi, pero… llega Bottas y le quita la pole. El finlandés de fuego. Lauda es feliz, caras al suelo en Ferrari. Alonso saldrá sexto. Sainz octavo. Fueron séptimo y noveno. Gracias Ric. Y Renault. Un Mercedes primero y el otro último. Quizá llueva… nos vamos a divertir.