River consiguió dar medio paso hacia la final
River Plate consiguió medio pase a la final al derrotar a Lanús en el Monumental. No será fácil para el equipo de Almirón dar vuelta el resultado aunque juegue en su cancha. Los de Gallardo con ventaja son aún más peligrosos que en desventaja. Su sed competitiva los lleva a no dar ninguna chance por perdida. Ya lo demostraron ante Wilsterman. Y lejos de replegarse en campo rival, van a buscar sellar la serie aumentando la ventaja.
River nunca renunció a sus convicciones aunque se le cerraran los caminos al gol. Jugó con inteligencia, presionando siempre en campo rival y con la paciencia y el cáracter que le dio la experiencia en esta clase de definiciones. Manejó la pelota desde la salida con la jerarquía de Javier Pinola. Se paró solido en el mediocampo con la experiencia de Ponzio, y buscó el desequilibrio con sus volantes y por las bandas con las subidas alternadas de Montiel, pero sobre todo de Saracchi. La clave para intentar romper el cerrojo de Lanús fue mover la pelota de un sector a otro del campo para liberar a Pity Martinez y a Nacho Scocco.
El ex Newell´s fue el héroe de la noche porque marcó el gol de la victoria pero varios jugadores tuvieron picos altos de rendimiento como Ponzio y Pionola. El instinto del delantero está fino. Después del disparo de Pity Martinez que pudo contener Andrade el delantero estuvo atento para capitalizar el rebote y meter el disparo cruzado a la red. Su misión era hacer olvidar a Lucas Alario, y lo consiguió a fuerza de goles. Lleva 12 tantos, de los cuales 6 con el de hoy fueron en Copa Libertadores.
Lanús estuvo distanciado de su idea. No fue el equipo vertical que domina a sus rivales desde la tenencia de la pelota y el buen juego. Fue al Monumental a defender su arco e intentar lastimar de contraataque. Pero el plan falló en la ejecución porque estuvo impreciso con la pelota, y hasta sus hombres más desequilibrantes estuvieron abocados a la tarea de ocupar los espacios para cerrarle los caminos a River. Y pagó su apuesta mezquina con la derrota. Y ahora está obligado a ganar por más que un 1-0. No seria fácil para los de Almirón, porque River es un equipo con oficio copero. Si en las derrotas se agranda en las victorias es arrollador. Los Millonarios serán finalistas, ganando, empatando y hasta perdiendo por un gol. Solo una vez perdió en Copa Libertadores de visitante: ante Wilsteman en Cochabamba, por 3-0 y lo dio vuelta marcando 8 goles.
River descansa esta noche con la tranquilidad de haber hecho bien los deberes. La preocupación será de Lanús que en una semana deberá sobreponerse de la derrota y reencontrarse con su idea si quiere plantarle cara a los Millonarios.