Icardi reina en Milán
El delantero argentino fue el gran protagonista de la victoria de su equipo ante un gran Milán que cayó con un riguroso penalti cerca del minuto 90Inter de Milán-Lazio: Serie A italiana
Tifos, emociones y goles: el derbi de la Madonnina ha vuelto a brillar. El Inter se llevó el desafío número 167 ante sus 'primos' rossoneri gracias a un hat-trick de Mauro Icardi después de un partido que, sobre todo en la segunda mitad, se recordará durante muchos años. Los equipos se concedieron una primera parte de estudio, con ritmos muy bajos. Parecía ganar el miedo a perder, y las únicas llegadas fueron nerazzurre, ambas con Candreva como protagonista. El extremo italiano antes golpeó el travesaño con un derechazo y, luego, puso con una rosca un centro perfecto para Icardi, que abrió la lata con su primer toque en el área rival.
Los descafeinados primeros 45 minutos fueron olvidados gracias a una reanudación memorable. Montella movió a Suso en el medio del campo de su 3-5-2, sacando a Cutrone para completar la delantera con André Silva. La idea funcionó y los rossoneri fueron imparables durante 20 minutos: el mismo Silva golpeó el poste y el español, poco después, puso las tablas con su rosca zurda desde fuera del área. Fue su tercer tanto en un derbi de la Madonnina, tras el doblete en la ida del año pasado.
El Inter, que parecía fuera del partido, se volvió a encender gracias a Icardi y Perisic: el argentino recuperó un balón y lo cedió al croata, cuyo centró volvió a encontrar al nueve, que la enganchó de volea y firmó el 2-1. Era el minuto 63 y aún quedaba mucho derbi: tras unos veinte minutos más tranquilos, llegó el 2-2 gracias a un centro de Borini y a un chut de Bonaventura, que Handanovic antes paró y luego desvió en propia puerta (e hizo falta el ojo de halcón para comprobarlo). Los nerazzurri, no obstante, no se rindieron y en el 89' un agarrón en el área de Rodríguez a D'Ambriosio fue penalti, que obviamente quiso lanzar Maurito. El punta no falló, completando su hat-trick con celebración a lo Messi incluida. Fue la última emoción de un partido inolvidable, que le entrega a los de Spalletti el segundo puesto de la tabla en solitario, a dos puntos del Nápoles al que visitarán justo la semana que viene. Para el Milán, en cambio, llega la tercera derrota consecutiva, quizás la más inmerecida, sin duda la más dura. Y un prematuro adiós, muy probablemente, a la pelea por el scudetto.