NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

REAL MADRID

Ceballos se gana a Zidane

El técnico ha querido meterle poco a poco en el equipo, pero en su primer partido como titular el sevillano derribó la puerta: hizo dos goles, fue el que más recuperó...

Actualizado a
Ceballos se gana a Zidane

Dani Ceballos derribó en Mendizorroza la puerta de la titularidad en el Madrid y sorprendió a Zidane con su rendimiento. El técnico francés, que había querido dosificar su entrada en el equipo ("su adaptación debe ser poco a poco", dijo el pasado martes) se encontró con que el utrerano le salvó de un partido trampa con dos goles en sus primeros 72 minutos como titular de blanco.

Pero su trascendencia en el equipo fue mucho más allá de los tantos: derrochó personalidad y aplomo con sólo 21 años. Repartió 53 pases, 49 de ellos buenos (92% de acierto). Partió desde la derecha, aunque tuvo influencia en todas las zonas del medio campo. Fue, junto a Isco, el más activo del Madrid en la creación. Además, también fue el jugador blanco que más balones recuperó: ocho robos. Toda una demostración de carácter en su primera titularidad como madridista. "Me alegro por él, lo hizo muy bien", declaró Zizou tras el encuentro.

A pesar de su poca participación en el inicio del curso (apenas 31 minutos antes del duelo contra el Alavés) Dani no bajó los brazos y aseguró mirarse "en el espejo de Asensio". Dicho y hecho. Igual que la temporada pasada hiciera el balear (marcó ante el Sevilla en su estreno en el once, en la Supercopa de Europa), el exbético hizo un gol a los pocos minutos de comenzar por primera vez un partido con el Madrid. Después cerraría su gran tarde con otro más para dar la victoria a su equipo (dos dianas en tres disparos a portería).

A pesar de su brillante actuación, Ceballos mantiene los pies en el suelo. "Trabajo duro para ganarme los minutos", repite el utrerano cada vez que le preguntan por su rol en el equipo en zona mixta. Eligió el Madrid sabiendo que, entre todas las ofertas, era donde más difícil tenía ganarse un puesto. Ese atrevimiento empieza a dar sus frutos...