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SELECCIÓN

No hay tiempo de lamentos, toca Venezuela

El conjunto de Jorge Sampaoli pasa la página y se enfoca en la Vinotinto, que llega sin presión a Buenos Aires, con mucho que ganar y poco que perder.
Argentina-Venezuela en vivo online

Players of Argentina leaves the field after the 2018 World Cup football qualifier match against Uruguay in Montevideo, on August 31, 2017. / AFP PHOTO / DANTE FERNANDEZ
DANTE FERNANDEZAFP

El empate sin goles registrado anoche ante Uruguay en el viejo y emblemático estadio Centenario se hizo historia casi inmediatamente después de finalizado este clásico rioplatense que, como varios que se jugaron en los últimos tiempos, terminó con un resultado "fraternal" que dejó a ambos en el mismo lugar en que estaban, aunque rodeados ahora por otros protagonistas que los acechan y a los que tendrán que prestar atención inmediatamente, el martes próximo, cuando el debutante entrenador del seleccionado argentino, Jorge Sampaoli empiece a ablandar el motor de su nueva maquinaria.
Por eso no habrá tiempo para lamentos respecto de la valorización del punto de anoche, que será una unidad valiosa si la sobrevienen otras tres dentro de cuatro días ante Venezuela, pero nociva si ello no ocurre, ya que en la planificación mental del técnico casildense están sendas victorias frente a la 'vinotinto' y posteriormente ante Perú, en las próximas dos presentaciones como locales, para llegar un poco más aliviado al cierre de la eliminatoria que tendrá lugar el 10 de octubre en la altura de Quito (2.850 metros) frente a Ecuador.
Los venezolanos, renovados con algunos integrantes de ese equipo subcampeón mundial sub 20 que conduce Rafael Dudamel, ya le dieron pelea como anfitriones a Colombia ayer mismo, en un empate también sin goles como el registrado entre argentinos y uruguayos, que también le lentificó el camino a la clasificación al equipo dirigido por el argentino José Pekerman.
Dentro de ese marco, lo rescatable de lo actuado anoche por Argentina fue que ante un debut oficial complicado Sampaoli no arrió nunca las banderas que había izado desde que llegó para reemplazar a Edgardo Bauza, contradiciendo en parte los dichos que sobre él vertió un mes atrás uno de sus referentes, Marcelo Bielsa.
El 'Loco' había elogiado casi con desmesura a quien como él tiene orígenes ñulistas al referir que el 'Zurdo' de Casilda lo supera "porque tiene la capacidad de adaptación necesaria para reconocer las necesidades de cambiar el sistema en medio de un partido".
El propio Sampaoli dijo en la previa de este encuentro frente a los dirigidos por el 'Maestro' Oscar Tabárez que si jugaba Luis Suárez, algo que finalmente sucedió, quizá reformulara el sistema de juego para contener al 'Pistolero, que aún con la lesión de rodilla derecha a cuestas, siempre genera una especial atención para cualquier rival.
En este aspecto el técnico de 57 años que anoche concretó el gran sueño de su carrera al dirigir "por los porotos", al seleccionado de su país parecía darle en la dialéctica la razón a Bielsa, pero después, ya con los jugadores en cancha nada de esto se vio respecto de lo que había "trabajado" en campo y previamente en fase individual a través de la tecnología. Nada modificó en ese aspecto y el equipo que paró en la última práctica en Ezeiza fue el mismo que arrancó en el Centenario.
En ese aspecto Sampaoli decidió 'morir en sus trece', o como dijo Bielsa de sí mismo, "con las botas puestas", aunque eso le provocara, según lamentó, "perder más cosas que ganarlas".
Claro que en este aspecto Sampaoli también sucumbió ante las urgencias, la necesidad de resultados y una preparación futbolística y conceptual demasiado breve como para transmitir su idea, su plan A, y además inculcarles a los jugadores un B en caso que las circunstancias así lo ameritaran.
Para eso es necesario tiempo, algo que Sampaoli sabe que no tendrá en lo que queda de eliminatorias, con un mes y 10 días exactos para que se cierre la clasificación a Rusia 2018.
En ese aspecto el entrenador salió fortalecido hacia dentro, porque evitó confundir a sus dirigidos, la mayoría estrellas en sus equipos y con larga experiencia europea en muchos casos, y tampoco le tembló el pulso para imponer su pensamiento no solamente con la manifestación del sistema sobre el campo, sino con la designación de sus intérpretes,algo que había levantado tanta polvareda mediática en la previa que mereció una atención especial hasta ayer mismo.
El desafío para Sampaoli era saber si se "animaría" a realizar las modificaciones que anunciaba sin decirlo públicamente, pero que se filtraban a la prensa desde fuentes fidedignas.
Y el técnico cumplió con su palabra. Adentro Mauro Icardi y afuera el subcapitán Javier Mascherano, una movida simbólica por razones futbolísticas y no tanto. La no convocatoria de Gonzalo Higuaín para el debut también la había practicado en su momento Edgardo Bauza.
Para el partido con Venezuela seguramente Mascherano tendrá su lugar aprovechando la suspensión de una fecha por dos amonestaciones de Gabriel Mercado, es probable que su "buque insignia" en la mitad de la cancha, Éver Banega, también ocupe un lugar en la mitad de la cancha, justamente en el sitio que nunca más ocupará el 'Jefecito' mientras esté Sampaoli, y quizá Segio Aguero tendrá algún lugarcito por arriba.
Pero todo esto es en perspectiva. Una unidad que suma o dos que restan. Eso fue lo conseguido ayer, según el cristal con que se mirará en el futuro inmediato. Pero en su fuero íntimo Sampaoli siente que en su ansiado debut oficial, él se llevó desde el Centenario tres puntos de oro para su cuenta personal.