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REAL MADRID 2 - BARCELONA 0

1x1 del Barcelona: todo el equipo roto en papelillos

Piqué se borró, Busquets desorientado, Mascherano fallón, Suárez sin olfato, Messi en depresión. Sólo Sergi Roberto demostró orgullo.

Actualizado a
1x1 del Barcelona: todo el equipo roto en papelillos

Valverde optó por mover un poco el árbol y, aprovechando que los tres centrales harían un huevo a Mascherano y tendría un problema menos en el vestuario, se la jugó con un sistema que resultó un coladero. Este fue el uno por uno del Barça.

Ter Stegen. Una estatua en el 1-0 de Asencio. Un portero que vive permanentemente bajo palos, con miedos a la hora de salir. Y que se ha comido tres tirazos del Madrid en la Supercopa sin respuesta. Bajo una apariencia de alemán imperturbable se esconde un portero de lo más humano.

Mascherano. Un balón en el que complicó a Piqué acabó en la jugada del 1-0. Fue superado en los primeros minutos por Marco Asensio y estuvo descolocado. Se fue entonando un poco con el partido. Con orgullo pero con demasiadas pérdidas también.

Piqué. Con el Barça superado en todas las líneas, abandonó el partido con unas molestias físicas que en otro tiempo, la temporada pasada sin ir más lejos, aguantó. Un mensaje algo contradictorio para un vestuario que ahora necesita líderes y orgullo. Esta vez no salió en las fotos de ls goles pero se le ve sufriendo mucho, como a todo el equipo.

Umtiti. Benzema se le anticipó en el 2-0. Intenta mantener el tipo atrás pero es complicado en la situación actual del equipo. Perdió balones en la salida de balón. Algunos difíciles por la poca salida que le ofrecían sus compañeros. Otros más sencillos.

Sergi Roberto. El mejor del Barça. Estuvo en todas las partes del campo. Recorrido, kilómetros. Corazón y pulmones. Lo que necesita el Barça ahora, al menos mientras es un fantasma como en estos primeros partidos, es competitividad. Sergi Roberto la da.

Jordi Alba. El 3-5-2 le generó confusión en el inicio. No se entendió bien con Umtiti y se dejó a Lucas Vázquez muchas veces a su espalda aunque ese no tenía que ser su negociado. Le costó asociarse con Messi en ataque.

Sergio Busquets. Desconocido, desaparecido. Lento. Desorientado. Sin el mando que le ha dado fama tanto tiempo. Cuesta creerlo, pero fue una rémora para su equipo.

Rakitic. Cumplió. Hizo lo correcto, como casi siempre. Pero tampoco siente la química de otras ocasiones. Es un jugador muy sentimental también y necesita del buen estado de ánimo de otros. Egoísta en una jugada en la que tuvo que ceder a Semedo.

André Gomes. Un jugador sin alma. Con unas aptitudes enormes para jugar a este deporte pero con una sangre de horchata que no le permite desarrollarse. No tiene fe ni ambición. Y así es imposible triunfar. En el Barça y en cualquier equipo.

Messi. Impotente. Se movió y le puso actitud pero, de pronto, la marcha de Neymar le hace sentir solo. Es como si faltase más de un jugador. Como si se hubiese perdido química. Se estrelló en el larguero en una acción. Molesto con Sergio Ramos, que le escondió una pelota.

Luis Suárez. Terminó lesionado, o al menos tocado. Una lección de impotencia la suya. Cabeceó el palo. No ha podido con Ramos ni Varane en toda la eliminatoria. Se ve aislado junto a Messi. Luchó, pero estuvo muy lejos de su nivel. Sigue con un solo gol este verano.

Los cambios en el Barça fueron Nelson Semedo, que dejó algún detalle pero está todavía algo perdido y sin coordinación con sus compañeros; Deulofeu, que buscó alguna acción individual sin éxito; y Digne, que tuvo una aparición testimonial.