Final de suspense: Así fue la última jornada en Argentina

En clave de película de suspenso, con una saludable derrota de las suspicacias y dos grandes tradicionales que por ahora se han quedado afuera de la Copa Libertadores, concluyó anoche el campeonato argentino que ya había ganado Boca de forma merecida y con un definitivo margen de siete puntos por delante de River y Estudiantes de La Plata.

Contra lo que se suponía hace un par de semanas, resultó que Boca volvió a quedarse con el muy cuestionado campeonato de los 30 equipos (ya había coronado en 2015 por delante de San Lorenzo y Rosario Central) y le sobraron dos partidos y aire suficiente para festejar en la Bombonera.

En ese escenario no está de más subrayar la perla que supone la fantástica cosecha de Darío Benedetto, goleador entre goleadores con una variedad de recursos que no abundan ni aquí, ni allá, ni más allá. (Benedetto convirtió 21 veces, cuatro más que Sebastián Driussi, flamante crack del fútbol de Rusia, y seis veces más que el veterano correntino José Sand).

Como el lunes se había definido el cuarto descenso (el de Aldosivi, que fue de más a menos y de menos al pozo), los últimos capítulos de la novela se escribieron ayer con emociones tupidas.

De los tres equipos que dependían de sí mismos para entrar a la Libertadores, uno ganó y dos empataron, pero por esas cosas raras del fútbol, sumas y restas, cosechas anteriores, Banfield pasó e Independiente se quedó en la puerta.

Banfield había perdido por segunda vez consecutiva, primero con San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro y ahora en su casa con Racing, y por ende su destino quedaba atado al de Talleres de Córdoba, que jugaba por el honor, y al de su adversario histórico, Lanús.

Y cuando las maledicencias estaban a la orden del día y se daba por descontado que tallarines y granates jugarían blandos, como desentendidos, ambos dieron la talla, defendieron el empate con ardor amateur y lo consumaron.

Talleres dejó con las manos vacías a San Lorenzo, que empató en el último minuto y tal si fuera una partida de ajedrez se le cayó el reloj, mientras que el arquero mendocino Esteban Andrada jugó uno de los mejores partidos de su carrera, salvó a Lanús y frustró a Independiente.

El Rojo tuvo todo para ganar (determinación, dominio, oportunidades de gol) y aunque con merecimientos los partidos no se ganan, sus jugadores fueron aplaudidos, una recompensa igual de infrecuente que de saludable.

Amén de Boca, River, Banfield más por beneficio de gran campaña que de gran final, y Racing, de valorable atropellada, en la Libertadores 2018 se metió Estudiantes gracias a una atropellada de Lucas Viatri a diez minutos del final.

Los platenses sufrieron horrores para doblegar la resistencia de un Quilmes juvenil y luchador, hasta que ese gol de Viatri representó la clasificación y el segundo podio consecutivo: también habían terminado terceros en el torneo 2016 en cuya final Lanús goleó a San Lorenzo en el Monumental.

Los cupos argentinos de la Copa Sudamericana 2018, entonces, son cosa de Independiente, San Lorenzo, Lanús, Newell’s, Defensa y Justicia y Colón.

Los cuatro descendidos fueron Sarmiento de Junín, Atlético de Rafaela, Quilmes y Aldosivi.