Argentina se complica aún más

La selección argentina comenzó el partido como acabó el anterior: dormida. Quién sabe si abrumados por el ambientazo del Jeonju World Cup Stadium, Corea fue muy superior en el comienzo y pronto marcó diferencias ante un equipo en el que se notó la ausencia de Lautaro Martínez (tras ser expulsado en la primera jornada y Chelo Torres, que salió en el descanso).
No habían pasado ni veinte minutos cuando Lee Seung-Woo se disfrazó de Messi para adelantar a los anfitriones. Un eslalon por la banda izquierda, con un recorte en el que sentó a Senesi, le sirvió para plantarse ante Petroli, picándola con mucha calidad. El partido volvía a empezar cuesta arriba para los argentinos.

Conechny y Ponce eran los únicos que llevaban peligro al área coreana pero lo hacían con más corazón que cabeza. Argentina no daba tres pases seguidos en campo rival y llegó la jugada que cambió el partido. Young burló a la defensa y fue arrollado por Petroli en su intento por despejar el balón. El árbitro no lo dudó: penalti. Fue Paik el encargado de convertirlo, asestando un golpe moral al borde descanso.

En el descanso Úbeda movió el banquillo y decidió sacar a Torres. Con el Chelo en el campo el partido cambió radicalmente y Argentina fue por fin superior. Cinco minutos habían pasado cuando la Albiceleste logró su primer tanto en este Mundial Sub-20. El primer balón que tocó el Chelo Torres fue para adentro. Fue tras un pase medido de Colombatto, que le dejó ante el portero y el de Boca definió como un ‘9’ de talla mundial.

A partir de ahí se vino el asedio argentino en un sinfín de oportunidades que no llegaron a culminar. La zaga coreana aguantó y se acabó llevando los tres puntos frente a una Argentina que acabó mereciendo más y necesitará golear a Guinea y esperar resultados para estar en los octavos de final.