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ARGENTINA

A Independiente se le abrió el arco

El equipo de Avellaneda logró su primera victoria del año con una contundente goleada por 0-5 ante Patronato, que se mostró muy débil en la zaga.

Actualizado a
Jugadores de Independiente celebran su victoria ante Patronato.

El Rojo consiguió la primera victoria del 2017 y aplastó 5 a 0 a Patronato con dos goles de Emiliano Rigoni, uno de Ezequiel Barco, otro de Diego Rodríguez y el último de Lucas Albertengo. Es el primer triunfo con Ariel Holan como DT del equipo de Avellaneda.

El ciclo del entrenador Ariel Holan había comenzado con tres empates (ante San Martín de San Juan, Vélez y Alianza Lima por la Sudamericana). Pero estaba en deuda a la hora de definir. Hasta hoy solo había cosechado un solo gol (de tiro libre de Rigoni a Vélez). Pero Independiente se encontró con su mejor versión en Paraná y goleó por 5-0 a Patronato, y consiguió su primera victoria con goles de Rigoni (2), Barco, Rodríguez y Albertengo.

El Rojo empezó ganando a los cinco minutos con un golazo de Rigoni después de un pase magistral de Erviti. El gol fue importante para que el equipo se sobrepusiera desde lo anímico pero también porque obligó al local a salir a buscar el empate. Y desde la convicción, y bien parado del medio hacia atrás consiguió recuperar la pelota y salir rápido de contra para aumentar el marcador. Sobre el final del primer tiempo perdió la posesión de la pelota y cedió el dominio del juego a Patronato. Pero el local no tuvo ideas ni claridad para lograr igualar el marcador. Y una contra liderada por Rigoni terminó con el 2-0.

En el complemento, Patronato ya estaba sentenciado, y con más espacios el Rojo aumentó la cuenta. El tercer gol, el delantero Gigliotti enganchó ante dos defensores y le sirvió el gol a Rigoni. Independiente no se conformó con el 3-0 y fue por más. Y así llegó el cuarto, con un disparo desde lejos del Torito Rodríguez, y el quinto, de Albertengo, tras una buena asistencia de Benítez.

Independiente ganó, gustó y goleó. El equipo de Holan empieza a mostrar las señas de identidad que buscaba el nuevo entrenador pero sobre todo, consiguió romper el maleficio de no poder marcar goles.