RIVER PLATE
Una prueba de carácter necesaria para River
El Millonario demostró estar a la altura de las circunstancias ante uno de los candidatos en la Copa. “Arriesgamos y salió muy bien”, reconoció Demichelis.
No era sencillo hasta este miércoles el panorama para River en la Copa Libertadores. El equipo de Martín Demichelis salió a jugar ante Fluminense, puntero del Grupo D, con la certeza de que una derrota sentenciaría su eliminación y un empate también podría encaminarla.
Con esa presión a cuestas, los de la Banda Roja plantearon un partido complejo en el que no podían resignar el ataque y la marca en campo contrario, pero tampoco descuidarse en el retroceso ante un rival muy peligroso cuando se lanza en velocidad de contragolpe.
El gol anulado en los primeros minutos no hizo mella en el ánimo de un Millonario que tenía clara su misión: ganar los duelos individuales, buscar superioridad numérica en los sectores clave de la cancha y ser punzante en la zona de definición.
“Sabíamos que no nos quedaba otra chance matemática que sacar los seis puntos. Arriesgamos altísimo desde la presión, ante un equipo con muchísima jerarquía. Salió muy bien. Hicimos un gran partido contra un gran rival, sobre todo en el primer tiempo con un gran desgaste. Pocas veces el rival nos incomodó”, admitió el DT riverplatense.
En el segundo tiempo, cuando detectó que los brasileños asumían muchos riesgos en la salida, dispuso a sus hombres unos metros más arriba para generar también a partir de una recuperación alta. En ese sentido, también remarcó: “Los chicos ejecutaron a la perfección lo que trabajamos. No negociamos el esfuerzo, por eso en el segundo tiempo se sintió un poco ese desgaste”.
Esta vez, cuando logró la diferencia, Micho optó por sacar a sus dirigidos del vértigo al que se habían habituado. Con el 1-0, los argentinos se dedicaron a aguantar con un mediocampo más férreo y menos vistoso y vertical que el que había salido desde el inicio.
El Flu llegó con desbordes y centros, pero casi nunca encontró a los dueños de casa volviendo cuando estaban en ventaja. A la seriedad con la que disputó el encuentro, el conjunto de Núñez le sumó también algunos ajustes necesarios en un certamen que no admite lagunas ni desconcentraciones.
El público se contagió de los jugadores y en el Mâs Monumental la noche se vivió como una verdadera final, pese a tratarse en definitiva de un duelo de Fase de Grupos. Es que River demostró, en un momento clave de la temporada, que también está preparado para las obligaciones de las grandes citas.
La jornada se cerró, ya de madrugada, con la victoria de Sporting Cristal en la altura ante The Strongest, que le sumó al esfuerzo realizado para obtener el triunfo una cuota de la fortuna que a veces también hace falta. Ahora, al líder del fútbol argentino le podría alcanzar con un empate contra los bolivianos para clasificarse y, si gana, incluso podría aspirar al primer puesto.
El contexto sombrío y preocupante se convirtió en un camino mucho más allanado para cerrar un semestre casi soñado. River ganó el Superclásico, apunta al torneo y también quiere la Copa. Está probado que nada será fácil, pero anoche dio otro paso fundamental.
“Estoy muy orgulloso de los chicos, estando en una situación límite sacaron lo mejor que tienen”, concluyó Demichelis. Esa demanda, esa cuenta pendiente de 2022, de a poco parece empezar a saldarse.