RIVER PLATE
Un triunfo clave y un nuevo punto de partida
Cuando River volvía a mostrar algunas dudas y una merma en el rendimiento, reapareció la versión copera del equipo de Gallardo para un festejo importante en Chile.
La derrota ante Talleres con una formación alternativa había generado cierto malestar que, lejos de atenuarse, se vio profundizado cuando, ya con titulares, River apenas empató con Atlético Tucumán en el Mâs Monumental.
Es que más allá de haber sumado un punto de los últimos seis en disputa en la Copa de la Liga, lo más preocupante fue la floja cara mostrada por un Millonario desconocido, que estuvo muy alejado del estilo que ya caracteriza a este ciclo.
Por eso, el partido ante Colo-Colo en Chile se presentó como un punto de inflexión, como una oportunidad de demostrar que la caída era transitoria y que, aún en medio de la búsqueda natural de la primera mitad de la temporada, el fuego sagrado de un plantel siempre competitivo continuaba encendido.
Y así fueron los del Muñeco a plantar bandera a Santiago, como era de esperar, sin la claridad que puede aportar Juan Fernando Quintero, con un Julián Álvarez algo peleado con el arco, todavía con ciertos desacoples en defensa, pero con la postura de un protagonista continental.
En una cancha difícil, contra el rival más serio del Grupo F (que también tenía hasta ayer puntaje ideal), los visitantes entendieron que no era la jornada para el juego vistoso y de dominio territorial categórico habitual, sino que habría que arremangarse y luchar para volver a dar el presente.
El trámite fue reñido, áspero, con tramos de pierna fuerte, de discusiones y pocas jugadas claras, y allí prevaleció la jerarquía copera de un River que ya jugó varias de estas paradas bravas.
Sin desconcentraciones, con oportunismo para convertir y con el evidente deseo de mostrarse entero luego de una semana complicada, el último campeón del fútbol argentino consiguió lo que fue a buscar y quedó a las puertas de la clasificación.
Porque el empate le servía para mantener una interesante ventaja sobre el tercero de la zona (Fortaleza), pero si algo define a este proceso futbolístico de Gallardo es la fidelidad a sus principios de juego, que incluyen no especular en ningún escenario.
Casi como un premio extra, mientras River ganaba por el certamen continental, en Rosario San Lorenzo sorprendía a Newell’s y le devolvía parte del margen perdido en el plano doméstico.
El fin de semana tocará otro desafío duro en Junín, contra Sarmiento, pero con la certeza de que, al menos en su orgullo, los de la Banda Roja siguen firmes para dar batalla en cualquier competencia.