SELECCIÓN ARGENTINA SUB-20
Mascherano, luces y sombras en su primera experiencia como entrenador
El ‘Jefecito’ comenzó con fuerza su etapa con la sub-20, consiguió ganar el COTIF, pero los Juegos Odesur y el Sudamericano pudieron con su proyecto.
Para Javier Mascherano su etapa en la selección de Argentina sub-20 no va a más. Después de un decepcionante Sudamericano sub-20 en el que la Albiceleste no consiguió superar la fase de grupos, y por ende no conseguir clasificar para el próximo Mundial de la misma categoría, el proyecto del ‘Jefecito’ no tiene más futuro actualmente con la AFA. El ex internacional argentino, toda una leyenda dentro de la selección, ha preferido dar un paso al lado para que la AFA pueda abordar una nueva etapa sin él.
El proyecto de la mano de Mascherano nació con una gran expectación a su alrededor. En lo que suponía su primera experiencia en los banquillos, el ex jugador del Barcelona llevaba tras de sí la generación de los ‘Europibes’ para conseguir consagrar a los que serán el futuro de Argentina. Una generación, no obstante, que también se veía marcada por los buenos jugadores dentro del fútbol nacional. En ambos aspectos, Masche nunca dejo de tener ojos para los futbolistas que podía convocar.
Si en diciembre de 2021 se hizo oficial su anuncio como técnico de la sub-20, el 2022 trajo de regreso los torneos para las categorías juveniles dentro del fútbol después de la pandemia por COVID-19. Y Argentina no se mostró exenta en este sentido. El Torneo de Toulon en Francia fue la primera competencia que abordó el ‘Jefecito’ con sus chicos. Este desafío dejó entrever una buena Argentina, que con mejores y peores momentos consiguió un quinto lugar para nada despreciable. El campeonato puso en el mapa a Alejandro Garnacho en mayor medida, y aunque el encuentro más sonado fue la derrota ante Francia por 6-2, la Albiceleste no tuvo un mal balance.
El sabor agridulce de Toulon llevo a que meses después, Argentina abordara con ilusión el Torneo de L’Alcudia en España (más conocido como COTIF). Sin tanta representación de los ‘Europibes’, la sub-20 si consiguió asentarse en mayor medida. Siguiendo la línea de un fútbol orientado al control de la pelota, como parecía querer Mascherano, la selección consiguió salir campeona después de derrotar por 4-0 a Uruguay en la final.
El punto álgido de la Albiceleste en esta categoría no fue del todo efímero, ya que pasó por un buen momento abordando también la Copa Intendencia de Maldonado. Un cuadrangular en el que se tenía que ver las caras de nuevo ante rivales del continente como Uruguay y Brasil, y que le haría probarse ante Uzbekistán también. Ningún torneo fue de la exigencia del primero, pero Argentina volvió a dejar brotes verdes y salió campeona de este pequeño campeonato.
La caída, dentro del continente
La caída de la selección dirigida Mascherano se dio en los torneos disputados en Sudamérica. Los grandes, al menos. En primer lugar, la sub-20 tuvo que jugar los Juegos Odesur en Paraguay, y en lo que era una buena prueba para verse las caras ante rivales del mismo lugar, el tope del combinado nacional se encontró en la fase de grupos. Puede que en ese momento comenzara la cuesta abajo de una selección que, pese a seguir siendo valiente con la pelota, no tenía la capacidad para desarrollar un juego que les llevara a plasmar superioridad en el marcador y dominio con el paso de los minutos.
El punto discordante del camino que quería labrar Mascherano con su equipo se encontró con el Sudamericano disputado recientemente en Colombia. Con una gran expectación por el papel que podía dar la selección, y partiendo como una de las favoritas, Argentina no llegó a superar la fase de grupos, cerrando un campeonato en el que se encontraba como objetivo principal la clasificación al Mundial sub-20 que se jugará entre mayo y junio de este mismo año (quedando también fuera de los Juegos Panamericanos). Un golpe que parece haber tambaleado la confianza del ‘Jefecito’.
Pese a que dentro de la AFA han querido seguir apoyando al técnico, la sensación de Mascherano ha sido la de fallar ante la oportunidad que le habían dado. Dejando un camino que fue de más a menos, y donde intentó plasmar el fútbol que quiere de sus equipos sin que llegara a encontrar la brillantez que un día alcanzó como futbolista.