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ARGENTINA

El relato que hizo llorar a Messi

El capitán de Argentina reconoció en público que él y su mujer, Antonela, no pudieron contener las lágrimas.

Antonela Roccuzzo y Leo Messi junto a uno de sus hijos.
Antonela Roccuzzo y Leo Messi junto a uno de sus hijos.ADRIAN DENNISAFP

El triunfo en la Copa del Mundo está dejando muchos momentos emotivos y son numerosos los mensajes dedicados a Leo Messi, pero pocos han causado tanto impacto en el capitán de Argentina como el relato que le ha dedicado el escritor y periodista Hernán Casciari.

Casciari ha escrito el relato Messi y su valija, que se podrá leer íntegro en la revista Orsai que sale a la venta el 15 de febrero, pero leyó un anticipo en el programa Perros de la Calle de Radio Urbana Play, que conduce Andy Kusnetzoff. La sorpresa llegó cuando un día después de que Casciari leyera parte de ese emotivo texto dedicado a Messi, en el mismo programa se emitió un mensaje de audio que el propio Leo envió a Kusnetzoff. En él, Messi reconoció que él y su mujer, Antonela, lloraron después de escuchar el relato de Casciari.

Este fue el mensaje que Messi dedicó a Kusnetzoff y Casciari: “Anto me mostró lo de Hernán, lo que escribió, lo que contó, cómo lo contó. La verdad que fue impresionante, nos pusimos a llorar los dos porque era algo muy cierto todo lo que cuenta, muy emotivo. Quería mandarle un saludo, agradecerles a los dos y decirles que lo escuchamos, que nos emocionamos. Me hicieron llorar y nada, quería que lo sepan. Les mando un abrazo grande ahí para todos y gracias, otra vez”. Después de escuchar las palabras de Leo, Kusnetzoff y Casciari no pudieron contener las lágrimas por la emoción.

En su relato, Casciari reflexiona sobre los inicios de Messi, su trayectoria y los duros momentos que ha vivido el futbolista. Casciari cuenta cuando los argentinos emigrados a Barcelona descubrieron que Messi, que solo era un adolescente, era como ellos, como todos aquellos que no quieren olvidar ni perder las costumbres de su tierra. “Nosotros descubrimos con mucho alivio que ese nene era de los nuestros, de los que teníamos la valija sin guardar. Ese nenito adolescente se convirtió en el 10 indiscutido del Barça [...] Y tanto él como nosotros los emigrantes supimos que, de todas las cosas, el acento era lo más difícil de mantener, porque cuando pasa el tiempo te imbuís en la sociedad que te acoge, pero al mismo tiempo sabíamos que era nuestra trinchera final seguir manteniendo nuestra forma de hablar. Y Messi, increíblemente, fue nuestro líder en esa batalla. El chico que no hablaba nos mantenía viva la forma de hablar”, dice Casciari.

“De repente Messi se convirtió en el humano más famoso de Barcelona, pero igual que nosotros nunca dejaba de ser un argentino en otra parte [...] Todo lo que hacía era un guiño para nosotros, los que en el año 2000 habíamos llegado con él a Barcelona. Es dificilísimo explicar cuánto nos alegró la vida a los que vivíamos lejos”, continua.

Messi nos hizo felices de una forma tan serena, tan natural y tan nuestra, que cuando empezaron a llegar los insultos desde Argentina no lo podíamos entender […] Yo viví 15 años lejos de Argentina y no se me ocurre pesadilla más espantosa que escuchar voces de desprecio que llegan del lugar que más amas en el mundo. No hay dolor más insoportable que oír en la voz de tu hijo la frase que escuchó Messi de su hijo Tiago cuanto tenía seis años: ‘Papá, ¿por qué te matan en Argentina?’ […] Si cualquiera de mis hijas me dijera algo así terminaría invadido por el rencor, no podría seguir viviendo. Por eso la renuncia de Messi en 2016 a la selección argentina fue casi un casi un alivio para nosotros, los inmigrantes, porque sabíamos cuánto amaba a su país, sabíamos desde los 15 años el esfuerzo que hacía por seguir siendo argentino, para no romper el cordón umbilical […] A nosotros nos quemaban esas críticas indolentes, esos hijos de puta que decían esas cosas”, prosigue Casciari.

“Y en ese momento de la historia ocurre el hecho más insólito y más hermoso del fútbol moderno. La tarde de 2016 en la que Messi se cansó de los insultos y decidió renunciar, un nene de 15 años le escribió una carta por Facebook en la que terminaba diciendo ‘pensá en quedarte, pero quedarte para divertirte, que es lo que esta gente te quiere quitar’. Seis años después, el autor de esa carta, Enzo Fernández, resultó el jugador revelación del Mundial que ganó Lionel Messi. Messi volvió de esa renuncia a la selección. Volvió para que los chicos que le mandaban cartas y le dejaban mensajes no creyeran que rendirse era una opción en la vida. Volvió por eso y al volver ganó todo lo que le faltaba y todo lo que le importaba ganar y cerró las bocas de sus detractores […]”, finalizó Casciari el anticipo de su largo relato sobre Messi.

Nos alegra confirmar que sigue siendo el mismo que nos ayudó a ser felices cuando estábamos lejos de casa. Ahora algunos inmigrantes ya volvimos, otros se quedaron en España, pero disfrutamos de ver a Messi volver a su casa con la Copa del Mundo en su valija sin guardar, porque nunca guardó su valija […] Sus costumbres no cambian, lo único que cambia en lo que nos trajo en la valija”.