Cuti Romero, el líder del futuro
La gran actuación del central argentino en la final fue esencial en la consecución de la tercera estrella. Su juventud y su capacidad de ditigir la defensa lo hacen el heredero perfecto en el mando de la zaga.
Argentina ha tenido que esperar 36 años para volver a sumar una estrella en la elástica albiceleste. En un Mundial atípico donde el camino de Argentina hasta el campeonato ha sido de absoluto infarto, la consecución del trofeo ha dejado jugadores consagrados, jugadores coronados, y sobre todo a 26 campeones del mundo.
A la cita en Qatar llegaban los supervivientes de una generación acostumbrada a sufrir y no tanto a ganar, pero también se le abrían las puertas a jóvenes llamados a ser los estandartes de un combinado argentino que ahora afronta un futuro ilusionante. Entre medias de ambos, el plantel de Scaloni suma a una serie de jugadores emergentes que han llegado a su punto álgido en este Mundial, y ahora lo deberán mantener.
El caso de uno de estos jugadores llamados a ser el presente inmediato de la Albiceleste es el Cuti Romero. El zaguero del Tottenham ha sido compañero de batallas de un Otamendi imperial y líder de una defensa que llegaba al torneo con la eqtiqueta de ser base sustancial en los éxitos de Scaloni al frente de la selección.
Ahora, Otamendi ya ha quemado una etapa más, y ve más cerca su final en la Selección Argentina. Ante el inminente relevo generacional, un Lisandro Martínez que evoluciona a pasos agigantados, está llamando a la puerta de la titularidad en una zaga donde Cuti Romero está preparado para tomar el mando.
Actuación de primer nivel en la final
Los datos de la final ante Francia avalan al Cuti. El defensor argentino fue el jugador que más balones recuperó, pero también el que más despejó, repeliendo una y otra vez las ofensivas de un ataque galo que se vio anulado durante 80 minutos. Romero sumó un total de 14 recuperaciones y 9 despejes.
El Cuti jugó los 120 minutos de partido, siendo el principal argumento defensivo en el costado izquierdo, donde tuvo que ser solidario en las ayudas a Molina para frenar a Kylian Mbappé. El trabajo de Romero fue impecable durante todo el encuentro, donde además mostró un plus de intensidad a la hora de motivar al equipo tras el sorpresivo empate a 10 minutos del final y en la consiguiente prórroga.