Boca y una fase de grupos que costará más de lo pensado
Las suspensiones, las lesiones y el pobre nivel futbolístico del equipo hacen que cada encuentro sea un trámite difícil de resolver.
Boca la va a tener que pelear en el Grupo E de la Copa Libertadores. Nada le resultará fácil al Xeneize, que todavía lucha contra algunas de las sanciones impuestas por Conmebol y se mide semana tras semana ante el fantasma de las lesiones para que no le quite más jugadores. Para colmo, como si lo anterior fuese poco, transita un irregular nivel futbolístico que no le permite convencerse del todo, ni siquiera cuando gana.
La clasificación a octavos de final será trabajosa y costará más de la cuenta. La zona, que ya de por sí era un tanto complicada cuando se sorteó, exige a gritos triunfos de local y requiere no caer en San Pablo vs. Corinthians o en la altura vs. Always Ready. Tropezar en ambos encuentros sería atentar contra la ilusión copera que moviliza a millones en el mundo.
Pero más allá de lo que indiquen los resultados finales de las cuatro jornadas restantes, el equipo de la Ribera necesita, casi que de manera urgente, afianzarse a una idea futbolística. Acá no se trata de gustos, sino de convicciones. Porque por más traje de salvador que puedan ponerse los Zeballos, los Benedetto, los Romero o los Vázquez, aspirar a algo importante, como es la conquista de América, no se logra de manera improvisada. Toto Lorenzo, Carlos Bianchi y Miguel Ángel Russo pueden explicarlo mucho mejor.
“Estamos construyendo una identidad como equipo y hacia eso vamos”, declaró Sebastián Battaglia tras el 2-0 ante Always Ready que sirvió para acomodarse en la tabla. El “León”, que en las últimas horas recibió un fuerte espaldarazo del Virrey, su maestro, está ante el gran desafío de su carrera. No hay excusas para que este Boca plagado de jugadores de jerarquía y juveniles con talento no tenga estilo propio.