Battaglia salió bien parado de su primer mano a mano de Libertadores

Hace pocos meses, cuando le tocó jugar en la misma cancha y ante el mismo rival, Boca se volvió de Brasil con las manos vacías, sin ningún punto en la valija y lleno de dudas por la manera en la que había afrontado gran parte del partido.

Hoy, afortunadamente, el panorama es diferente. El Xeneize viajó a San Pablo convencido, con una idea clara en su cabeza y se plantó en el campo con la personalidad justa para disputar esta clase de compromisos. El 0-0 ante Corinthians no conformó a nadie de este lado, pero encendió aún más la ilusión de cara a lo que viene.

Agustín Rossi apareció en el momento indicado, Carlos Izquierdoz tuvo una de sus mejores noches con la azul y oro, Alan Varela se hizo cargo de la situación y Sebastián Battaglia, uno de los mejores alumnos de Carlos Bianchi, salió fortalecido de su primer mano a mano copero.

Los más de dos mil hinchas que viajaron hasta tierras paulistas reconocieron el esfuerzo y aplaudieron a los futbolistas, dejándoles en claro que, más allá de cualquier resultado de turno, siempre habrá una ovación para quienes representen con honor a la camiseta que visten millones.

La cabeza de todo Boca está puesta en el próximo martes. La Bombonera, que también abriera sus puertas este viernes para el choque ante Banfield, se prepara para latir otra vez y jugar su propio partido. Sin confiarse, pero con confianza, el hexacampeón de América va por el boleto a cuartos.