Habrá ganador inédito en Asunción. Colón e Independiente del Valle se citan este sábado en La Nueva Olla para disputar la primera final de la Copa Sudamericana de su historia. Para ambos este es uno de los partidos más importantes que han disputado.

En el caso del conjunto ecuatoriano, esta es su segunda final internacional. En 2016, los Rayados del Valle alcanzaron la que hasta ahora ha sido su mayor hazaña. Fueron finalistas de la Copa Libertadores después de haber eliminado a River y Boca en las anteriores fases, convirtiéndose en el primer equipo que lo logra en una misma competición. Pese a haberla perdido contra Atlético Nacional, el recuerdo que todos guardan en Sangolquí de aquellos partidos es muy bueno. Ahora, aunque el rival sea otro, se toman la final de Asunción como una especie de “revancha”. Fernando León, único superviviente del equipo de aquella final, asegura que este año todo es distinto: “en el 2016 tuvimos el aliento de todo el país, en esa final nos faltó algo que hoy tenemos: la convicción de ganar. Este sueño de ganar la Copa nadie nos lo va a quitar”.

Por su parte, para el Sabalero este es el partido de su vida. Es la primera vez que llegan a una final en sus 114 años y además en un torneo internacional. Toda Santa Fe está con sus jugadores. De hecho, este va a ser el mayor desplazamiento de hinchas argentinos en el extranjero de toda la historia del fútbol. Se esperan más de 40000 aficionados de Colón en Asunción. Ha habido kilómetros de caravana sabalera en el camino desde Santa Fe hasta la capital paraguaya y los hinchas han teñido la ciudad de rojo y negro.

Si nos remontamos al inicio de la presente edición de la Copa Sudamericana seguramente nadie hubiera apostado por estos dos equipos para la final. En una competición en la que participaban equipos como Racing, Independiente, Corinthians o Santos, pocos podían predecir que Colón e Independiente del Valle serían los dos que se disputarían la victoria en la primera final única de la historia del torneo. Pero eso es lo bonito del fútbol, que nos sorprenda y que no ganen siempre los mismos y esta competición es especialista en esto. En sus 17 ediciones, sólo dos equipos han repetido título: Boca e Independiente.

Aunque ambos equipos tienen estilos muy distintos, sí que guardan ciertas similitudes: aúnan veteranía y juventud en sus filas, tienen presupuestos no muy elevados teniendo en cuenta los clubes de sus distintas ligas y cuentan con dos jugadores con una dilatada carrera que se han convertido en el alma de sus respectivos conjuntos. Por el lado de Colón encontramos al ‘Pulga’ Rodríguez, del que hablaremos más adelante, y por el de los ecuatorianos al argentino Cristian Pellerano, que ya sabe lo que es ganar una Copa Sudamericana. El centrocampista ex de Racing, Arsenal o América, se proclamó campeón del torneo en 2010 con Independiente y ahora es uno de los ejes sobre los que se mueven los de Sangolquí.

Otro de los rasgos que une a argentinos y ecuatorianos es el gran trabajo de sus técnicos en muy poco tiempo. Miguel Ángel Ramírez llegó a Sangolquí en mayo de este año cogiendo al equipo segundo en la LigaPro de Ecuador y recién clasificado a octavos de la Copa, pero sin una identidad clara.

Por su parte, Pablo Lavallén cogió las riendas de Colón a principios de marzo por la marcha de Julio Comesaña, que encadenaba una mala racha con tan sólo 4 victorias en 21 fechas de Superliga. El entrenador bonaraense que se alzó con la Copa Libertadores en 1996 cuando era jugador de River Plate, ha conseguido convertir al Sabalero en un rival complicado no tanto en Argentina, donde el cuadro sabalero sigue siendo muy irregular, sino en Sudamérica. Su camino a la final de la Copa Sudamericana ha tenido sus momentos complicados y los santafesinos los han solventado con coraje y corazón. Han dejado atrás a rivales correosos como Argentinos Juniors o Atlético Mineiro en semifinales, ambos eliminados en la tanda de penales.

Así han sido los caminos de cada equipo hasta la final

Colón

• Primera fase: Deportivo Municipal 0 – 5 Colón (ida 0-3 y vuelta 0-2)
• Segunda fase: River Plate (URU) 1 – 3 Colón (ida 0-0 y vuelta 1-3)
• Octavos de final: Argentinos Juniors 1-1 (3-4 penales) Colón (ida 1-0 y vuelta 0-1)
• Cuartos: Colón 4 – 1 Zulia (ida 0-1 y vuelta 4-0)
• Semifinales: Atlético Mineiro 1 – 2 (3-4 penales) Colón (ida 1-2 y vuelta 2-1)

Independiente del Valle

• Primera fase: Unión Santa Fe 2 - 2 (2-4 penales) Independiente del Valle (ida 2-0 y vuelta 0-2)
• Segunda fase: Independiente del Valle 7 - 3 Universidad Católica (CHI) (ida 5-0 y vuelta 2-3)
• Octavos de final: Independiente del Valle 2 – 0 Caracas (ida 0-0 y vuelta 2-0)
• Cuartos: Independiente del Valle 2 (valor doble fuera de casa) – 2 Independiente (ida 1-2 y vuelta 1-0)
• Semifinales: Independiente del Valle 4 – 2 Corinthians (ida 2-0 y vuelta 2-2)

Final con acento español

Tendremos protagonistas españoles en la final de Asunción. Miguel Ángel Ramírez, técnico de Independiente del Valle, será el primer entrenador español en disputar una final de Copa Sudamericana. El canario se formó dirigiendo en su tierra natal, en las categorías inferiores de Las Palmas. Tras un breve paso por el Alavés, Ramírez ha desarrollado la mayor parte de su carrera en la Aspire Academy de Qatar, ocupándose también de tareas como asistente en la selección de Qatar Sub-17 y Sub-19.

Su compatriota Ismael Rescalvo abandonaba el banquillo de Independiente del Valle para irse a Emelec en mayo y el canario hizo las maletas y cogió las riendas del conjunto ecuatoriano después de años de trabajo en Doha. A su llegada, ni el propio Miguel Ángel se imaginaba que en noviembre estaría acariciando con la punta de los dedos la Copa Sudamericana, su primer título con tan sólo 35 años y el primero también para Independiente del Valle a nivel internacional.

Junto a Ramírez se encuentran Felipe Sánchez, asistente, y Fran Trujillo, preparador físico del club, también españoles. De su mano, están realizando un trabajo prácticamente impecable en Sangolquí. Los Negriazules están clasificados para los playoffs de lucha por el título en Ecuador y se enfrentarán a Delfín en la primera ronda. Pese a que en los últimos meses han sido algo irregulares por estar centrados en la Copa Sudamericana y por tener una plantilla corta que sufre con las rotaciones, están entre los favoritos a alzarse campeones de su país.

Además, en las filas de los Rayados del Valle está Dani Nieto, canterano del Espanyol, que llegó el pasado mes de julio a Ecuador. El ex jugador del Numancia será el segundo español en jugar una final de la competición sudamericana después de Iván Moreno y Fabianesi (doble nacionalidad española y argentina) con Estudiantes y Huracán, con quienes fue subcampeón.

Nieto, que tuvo un debut soñado en la competición al marcar el gol que dio el pase a su equipo a las semifinales de la Copa ante Independiente, se ha adaptado muy bien al ritmo de competición ecuatoriana. "Independiente del Valle es un gran club, desde el primer momento mostraron mucho interés y confianza y es de valorar, hablé tanto con la dirección deportiva como con el cuerpo técnico y ellos me trasmitieron confianza y seguridad. Pocos clubs tienen una estructura tan bien planificada como Independiente y espero los mejores resultados tanto individualmente como colectivamente. La adaptación está siendo muy buena tanto al equipo como a la altura y espero estar devolviendo poco a poco esa confianza demostrada en mí", aseguraba Nieto en conversación con AS.

El español confía en las opciones de su equipo de cara a la final y afirma que el fútbol ecuatoriano está en alza. "Es cierto que vengo de una liga donde la técnica y el aspecto táctico se lleva trabajando como prioridad desde hace tiempo, considero que la liga ecuatoriana está creciendo en ese aspecto como se puede ver a equipos que le dan mayor importancia a estos aspectos como Macará, Católica e Independiente del Valle. La liga ecuatoriana está creciendo en todos los aspectos y se puede ver los resultados teniendo a 4 equipos en competiciones internacionales", declaraba a este periódico.

Así juega Independiente del Valle

Si hay algo que caracteriza a Independiente del Valle es la cantera. El conjunto ecuatoriano está considerado como un centro de alto rendimiento e incluso la mayor parte del presupuesto del equipo está destinado al desarrollo de las categorías inferiores. Más de 120 jóvenes desde los 12 hasta los 18 años conviven cada día en el centro. Además de la parte deportiva, los chicos disponen de una educación (cuando alcanzan la mayoría de edad pueden incluso acceder a la universidad) y de un equipo de psicólogos que les aconseja cada día.

Esta labor deportiva y social que desempeña el club (muchos de estos niños salen de las zonas más pobres del país), es la clave del éxito de Independiente del Valle. Cada año surgen nombres de gran calidad de la reserva que logran hacerse un hueco en el primer equipo y se empastan a la perfección con jugadores de mayor experiencia que llevan varios años en la plantilla y otros que vienen de fuera. Con la gestión de Miguel Ángel Ramírez y de su cuerpo técnico jugadores jóvenes como Angelo Preciado, Alan Franco o Alejandro Cabeza juegan con la autoridad de un veterano y otros de más de 30 años como Cristian Pellerano o Efrén Mera se mueven con la frescura de sus inicios.

La seña de identidad del Independiente del Valle de Miguel Ángel Ramírez sobre el terreno de juego es la posesión. En esta Copa Sudamericana, es el equipo con mayor posesión de balón con un 59’7 y el tercero que más pases correctos en campo rival, según datos de Opta. Los ecuatorianos no especulan, llevan siempre que pueden la iniciativa a través del dominio de la pelota y cuando no la tienen ejercen una presión muy alta sobre el rival para incomodarle e intentar recuperar el balón lo antes posible. 

En Ecuador abundan los jugadores que aúnan potencia, velocidad en carrera y rapidez a la hora de pensar en el pase y eso el conjunto negriazul lo plasma muy bien sobre el campo. Además, el conjunto ecuatoriano explota muy bien las bandas, con laterales muy profundos. Ángelo Preciado, lesionado actualmente, pero que podría sumar sus primeros minutos en la final tras su ausencia, y Anthony Landazuri, han sido dos piezas clave para llegar a Asunción.

El ‘Pulga’ Rodríguez, emblema del Sabalero

Hablar de Colón y no mencionar al ‘Pulga’ Rodríguez es delito. El delantero argentino es el alma del conjunto santafesino. Un jugador que no deja indiferente a nadie y que se ha ganado la simpatía de todo aficionado al fútbol. Luis es un tipo especial. Humilde, pero con carácter sobre la cancha. Sólo él es capaz de tirar el último penalti del Negro para acceder a la final de la Copa Sudamericana de la forma en que lo hizo. Su sangre fría y personalidad en la vuelta de las semifinales contra Atlético Mineiro (y la atajada posterior de Burián) metieron al Sabalero en la primera final de su historia.

El tucumano no ha tenido una vida nada fácil. Proveniente de una familia muy humilde, tuvo una mala experiencia con su primer representante, que le engañó y evitó que jugara en el Inter de Milán y en el Real Madrid. A los 17 años y después de haber vuelto a Argentina y de haber jugado en la B Nacional, el 'Pulga' quiso abandonar el fútbol y se puso a trabajar de lo que le ofrecían: albañil, electricista, pintor... Cualquier cosa con tal de llevar dinero a su casa.

Después recuperó la ilusión y ahí estaba Atlético Tucumán esperándole para intentar hacer cosas grandes. La pasada temporada comenzaron las diferencias con la directiva del Decano debido a su incursión en la vida política y puso rumbo a Santa Fe, donde se ha convertido en un auténtico ídolo. A sus 34 años y después de haber pasado por tres clubes, logrado cuatro ascensos, vestido la camiseta de la Selección en una convocatoria de Maradona, jugado un total de 368 partidos, marcado 142 goles y asistido a sus compañeros en 65 ocasiones, Luis Miguel Rodríguez se enfrenta hoy al mayor reto de su carrera: ser campeón de la Copa Sudamericana, el que sería el primer título de su trayectoria.

Así juega Colón de Santa Fe

El conjunto de Pablo Lavallén se caracteriza, más que por su juego, por su pasión dentro de la cancha. Es un equipo de individualidades, no de acciones colectivas. Desde el arquero Burián, que está, a sus 35 años, en uno de los mejores momentos de su carrera, hasta el 'Pulga' y Wilson Morelo, letales en ataque.

El esquema de Colón tiene dos posibles vertientes según las necesidades del partido: bien con un juego más directo con Zuqui y Aliendro conectando con Bernardi, o un dibujo para un juego más pausado y elaborado, dominando la pelota por medio de Estigarribia. Para ambas tareas, Lértora es una pieza imprescindible.

El Sabalero es un equipo que va en ascenso según avanzan los minutos del partido, más de segundas partes que de primeras. De hecho, 12 de los 16 goles que han anotado en esta edición de la Copa Sudamericana han sido en el segundo tiempo.