Boca se complica solo e instala dudas en momentos de tranquilidad

Boca sobró el partido ante Almagro, no lo liquidó a tiempo y pagó caro las consecuencias. Ahora mirará de afuera la Copa Argentina y lamentará el error defensivo que derivó en el empate del Burrito Martínez para llevar la serie a los penales.

Gustavo Alfaro, claro como en cada conferencia más allá de las victorias o derrotas, explicó lo que le pasa al equipo en ciertos momentos y contó por qué no pueden mantener esa regularidad, al menos desde el resultado, que te brinda la paz necesaria para trabajar con tranquilidad.

"Un error nos tira para atrás. Nos faltó esa agresividad para ganarlo. Cada vez que venimos bien, tenemos un golpe", manifestó el entrenador en la zona mixta luego de la caída ante el Tricolor.

Para entender la frase de Alfaro, citada anteriormente, hay que conocer el contexto del club. Luego de perder la Copa Libertadores en Madrid, la paciencia comenzó a agotarse y cada partido decisivo parece ser una "final" más en la que solo se puede salir con vida si se obtiene un triunfo. De lo contrario, comienzan las críticas y se instalan los fantasmas del pasado más allá de que el plantel se renovó casi por completo.

Pero es el mismo Boca el que se mata con su propia medicina. Le pasó ante Tigre, donde mereció el triunfo pero no fue eficáz, y también ante Almagro, donde faltando 15 minutos ganaba 1-0 no fue capaz de aumentar la intensidad para llevarse la clasificación. Ambos encuentros terminaron en derrotas y generaron más dudas que certezas.

Lechuga Alfaro lleva ocho meses como DT de Boca y obtuvo la mayoría de los puntos en juego, sin embargo todavía no puede convencer al público desde el aspecto futbolístico y esto comienza a pasarle factura. El Xeneize es un equipo de momentos y no brinda la seguridad esperada por la jerarquía de sus jugadores, por eso depende únicamente del resultado. El tema es que no siempre se puede ganar...

En pocos días se viene la serie de cuartos de Copa ante Liga de Quito y hay mucho en juego. Corregir errores, achicar el margen de error y entender que con la camiseta azul y oro no se puede especular de acuerdo al rival. Llegó el momento de estar a la altura, pero de verdad.