GREMIO 1-2 RIVER
¡¡River a la final vía VAR!!
En un final para el infarto, River Plate consiguió esta noche la victoria 2-1 ante Gremio, en Porto Alegre, y se clasificó a la final de la Copa Libertadores.
Nunca hay que dar por muerto al River de Gallardo. Porque cuando ya no respondían ni la cabeza ni las piernas, jugó el partido con el corazón. Y con más actitud que fútbol, superó a Gremio en un partido increíble, difícil de analizar desde lo táctico. Y tuvo un guiño del azar, un penal sobre el final que le permitido conseguir la hazaña. Una final más para los de Gallardo que esperan por la definición entre Palmeiras y Boca de mañana.
Había jugado bien la primera parte, ordenado y habiendo conseguido alejara Gremio de su área. Se plantó con coraje. En el primer tiempo, River habla hecho todo bien para ponerse en ventaja. Tuvo el futbol, la pelota, y las mejores ocasiones. Solo le faltó la presición para ponerse arriba en el marcador. Sufrido la baja por lesión del capitán, Leo Ponzio, e ingresó en su lugar Enzo Perez para adueñarse del medio campo. Y después tuvo una muy buena ocasión de Borré para ponerse en ventaja.
Pero en el mejor momento se complicó con el gol de Gomez a los 35', que le permitió a los locales jugar con la ventaja del resultado y dormir el partido recurriendo a cortar el juego y a las insistentes faltas. Y los locales se fueron al entretiempo con la victoria parcial.
Hubo una falta fuerte de Paulo Miranda quien le pegó un patacón a Pity Martinez para expulsión. Pero el árbitro uruguayo Andrés Cunha solo mostró la tarjeta amarilla.
Nada estaba dicho. Aunque los de Renato se empeñaron en sostener la ventaja sin jugar al fútbol y apelando a la picardía, a hacer tiempo y al juego sucio, aparecieron las manos de Armani una vez más vestido de héroe, para taparle el segundo a Everton en un mano a mano memorable. El delantero del equipo brasileño era en esos momentos una pesadilla para la defensa Millonaria.
A partir de entonces, River que había hecho un gran desgaste, volvió a creer. Aunque el arco de Grohe quedaba muy lejos todavía. Y el partido ya casi no se jugaba por las interrupciones por las faltas. Gremio solo estiraba el tiempo para llegar al atizo final que le diera la victoria.
Pero los de Gallardo tuvieron una vida más, inesperada cuando parecían sentenciados. Sin ideas claras, pero en un disparo frontal de tiro libre la peino Borré a los 36´ para poner la igualdad. A partir de entonces, con más actitud que fútbol, fueron a buscar el gol del triunfo.
Y en un final inédito, Bressan levantó la mano VAR mediante el árbitro cobró penal para River a los 94´. Pity Martinez fue a buscar la pelota diciendo "la voy a patear yo", con autoridad y coraje, en un final caliente y con todo el estadio gritando en su contra. En sus pies estuvo la clasificación a la final. Y no falló. Y con su gol hizo historia: pateó fuerte arriba para poner el 2-1 que le dio la victoria a su equipo en un a final inolvidable que evitó una injusticia. Porque Gremio lejos de matar a River, respetó a su rival, e intentó llevarse la victoria sin ganarlo en el varea contraria. Y los de Gallardo con una acción producto de un guiño del azar lograron un triunfo que por el desarrollo del partido parecía impensado.
El fútbol muchas veces no se explica en lo que sucede en durante el juego. Con una pelota parada, y un penal, con más actitud que fútbol, River es el finalista de la Copa Libertadores.