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BETIS 1 - ATLÉTICO 1

Terceros tras un partido gris

El Atlético cumplió el objetivo de asegurar la tercera plaza tras sacar un empate en el Villamarín. Ceballos hizo un golazo y Savic aseguró la Champions.

Actualizado a
Terceros tras un partido gris

Lo logró. Ya es oficial y definitivo: el Atlético acabará esta temporada tercero. Da igual que pase el próximo domingo, ya nada de lo que ocurra le moverá de donde está. Eso sí, según parece la temporada para los del Cholo se había ya terminado el miércoles.Cuando el partido comenzó, el Atlético ya tenía el objetivo que buscaba, el punto que completaba su temporada, acabar tercero, y eso pautó sus piernas en el Villamarín. Piernas agotadas del miércoles, cabeza cansada, en la primera parte dio una masterclass de pases en horizontal. Ni una vez se acercó a Adán con afán de testarle. Tarde tranquila para el portero de un equipo que no se jugaba nada, salvo el orgullo de ponerle una tirita a una temporada con más gris que luces.

Si para el aficionado del Betis al principio la alegría estaba más en mirar hacia el palco, allí estaba Serra Ferrer, el futuro que viene, de la mano de un pasado de éxitos, pronto se trasladó al césped. En una jornada de transistores, la primera jugada de peligro vino justo a continuación de que el código morse de la radio contara que en el Bernabéu el Madrid había hecho un gol. Emitía la tele la repetición del de Nacho al Sevilla y se colaba fulgurante el bueno de Joaquín entre la defensa del Atleti para provocar la primera parada de Oblak. Al Atleti, incluso, ya perder le valdría. la jugada de Joaquín fue un destello en medio de la nada que era el partido. El Atleti seguía sin estar. Ni siquiera los primeros minutos del partido lo habían espabilado. Ni creaba, ni asustaba, ni defendía.

En el minuto 25 Correa ya calentaba en la banda. Lo envió Simeone justo después del segundo aviso del Betis. Falta lateral de Joaquín que sobrevoló el área de Oblak y que terminó en un balón a la madera de Ceballos. No despertó el Atleti, que lo único que hizo en esa primera parte, fue complicarse el partido ante el Athletic, ese que queda en el Calderón y que no es un partido, sino la despedida a un estadio.

Sin laterales derechos, sin Godín y ahora también sin Filipe ni Giménez. En un rato los dos, ambos apercibidos, vieron la amarilla, la quinta, lo que deja a Simeone con sólo dos defensas disponibles para la última jornada, Savic y Lucas. Como se descuide, ese partido va a terminar jugándolo él.

Tras el descanso, como si se hubiese tomado un café, el Atleti salió de la caseta con más ritmo pero mismo resultado: la nada. Y encima enfrente ahí Ceballos, ese jugador que mañana podría ser rojiblanco si el TAS permite fichar. Sabía que Simeone le miraba y repartió clase cada vez que tocó un balón. En cuanto atrapó un balón inició una jugada haciéndole un caño a Giménez que derivó en un córner que terminó con una volea desde fuera del área que a Oblak se le vino encima, ni tiempo le dio a pensar qué pasaba. Hasta el portero no estaba. El café en realidad era descafeinado.

El movimiento de Simeone en el banquillo fue inmediato. Pero no lo hizo pensando en este partido sino en el que viene: dentro Torres por Filipe y toda la banda para Carrasco. Fuera Gameiro (nada de nuevo) dentro Gaitán. El efecto fue el primer tiro entre los tres palos del Atleti: fue gol, y lo envolvió la polémica.

Porque lo marcó Savic, después de Koke colgara en una falta un balón al área y Saúl lo tocara con el puño. El gol subió al marcador. Y el árbitro acalló las quejas del Betis con sus amarillas. En un partido fácil, sin dureza ya había demostrado que la mano se le va fácil al bolsillo. El Betis quiso olvidarlo yéndose en trompa hacia Oblak de nuevo que, ahora sí, le había dado tiempo a tomarse el café adecuado. Voló ante Cejudo para despejar un balón que era gol y volvió a volar de nuevo para blocar el rechace. Delante, Simeone había reservado a Griezmann (también estaba apercibido) y había ordenado a su equipo con Lucas a la izquierda, Giménez y Savic centrales y Thomas en la derecha. ¿Quién iba a decirle a Simeone a principio de temporada que iba a terminar la temporada haciendo un puzzle para armar una defensa? Derribado en la orilla en la Copa y en la Champions, por Barça y Madrid, en Liga no dejó escapar lo que quería. Tercero, la puerta directa a la Champions. A pesar del día gris. Game over.

Lo que viene ahora será el regalo, el adiós del Calderón, aunque ya falten tantos. Godín, Giménez, Filipe, Juanfran...